La Conferencia Interamericana de Consolidación de la Paz,
Reunida en Buenos Aires, por inspiración del Presidente Roosevelt y bajo los auspicios del Presidente Justo, después de realizar el fecundo trabajo de dar impulso a los sentimientos de solidaridad que animan a los pueblos del Nuevo Mundo, experimentando aún la impresión de las palabras pronunciadas por los ilustres jefes de las Delegaciones de Bolivia y Paraguay que vibraron en el seno de la Asamblea como promisoria afirmación de la decidida voluntad de resolver definitivamente los diferendos que aun separan a las dos Repúblicas mediterráneas de esta parte de nuestro continente; y convencida de que flota en el ambiente el noble empeño de que se encuentre el medio práctico de liquidar el viejo pleito territorial o de fronteras, que fue la causa de la ingrata lucha que durante tres largos años ensombreció los horizontes pacíficos de América,
Resuelve:
1º. Solidarizarse con la acción mediadora de los seis Estados americanos que, después de conseguir la suspensión de las hostilidades, la desmovilización de los ejércitos, la restitución a sus hogares de millares de prisioneros de guerra y la reducción de los efectivos militares de ambos ex beligerantes a la cifra máxima de cinco mil hombres, al mismo tiempo que los hacía contraer el compromiso mutuo de no hacer nuevas adquisiciones de material bélico, sino lo indispensable para su reposición y así como el compromiso de no agresión, tratan ahora empeñosamente de suprimir la causa que originó el conflicto armado;
2°. Dar un voto de aplauso a la Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos de América, Perú y Uruguay, que están demostrando al mundo el valor efectivo de las mediaciones cuando se llevan a cabo por hombres de buena voluntad y dignos de la misión que se proponen;
3°. Reiterar la declaración del 3 de agosto de 1932 sobre adquisiciones territoriales, de acuerdo con lo estipulado en el Protocolo del 12 de junio de 1935 y en el Acta protocolizada del 21 de enero del corriente año; y, finalmente,
4°. Hacer un supremo llamado en el momento en que se separan los representantes de las 21 Repúblicas americanas, en el sentido de que los Gobiernos y los pueblos de Bolivia y Paraguay, dando a América el ejemplo máximo de su amor a la concordia y de su fe inquebrantable en la justicia y en el derecho, lleguen cuanto antes al acuerdo directo o, en su defecto, celebren el compromiso arbitral, en homenaje a esta institución jurídica que a través de las Convenciones y Tratados firmados va transformándose en norma invariable de conducta internacional americana.
La Conferencia Interamericana de Consolidación de la Paz,
Se honra en afirmar rotunda y positivamente, que las dos nobles Repúblicas hermanas y amigas, no dejarán de corresponder a su exhortación, en esta hora de peligrosa confusión para el mundo, en que todo un continente unido y solidario acaba de ofrecer el ejemplo mayor de su devoción y de su acatamiento a los eternos principios jurídicos y morales que rigen sus relaciones.
(Aprobada el 23 de diciembre de 1936.)