Washington, D.C., 6 de agosto de 2011 – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y sus relatorías de Derechos de la Niñez y de Libertad de Expresión manifiestan su preocupación por los graves hechos de violencia ocurridos en las manifestaciones estudiantiles llevadas a cabo en Chile, el jueves 4 de agosto, que habrían significado la detención y uso desproporcionado de la fuerza en contra de centenares de manifestantes, entre ellos estudiantes secundarios y universitarios.
Según la información disponible, para disolver una serie de protestas no autorizadas, convocadas como reacción a las políticas educativas, las fuerzas de seguridad utilizaron personal a pie, a caballo y en vehículos, que habrían golpeado a los manifestantes y utilizado gases lacrimógenos y chorros de agua a presión. Voceros del Estado confirmaron que durante la disolución de las manifestaciones cientos de personas fueron detenidas y casi un centenar de policías resultaron heridos. Según la información disponible, entre las personas aprehendidas habría una cifra importante de estudiantes secundarios, incluyendo menores de edad, y universitarios.
La Comisión recuerda que el derecho de asociación, manifestación y la libertad de expresión son derechos fundamentales garantizados la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Dada la importancia de estos derechos para la consolidación de sociedades democráticas, la Comisión ha sostenido que cualquier restricción de los mismos debe estar justificada en un interés social imperativo. En este sentido, la Comisión observa que un Estado puede imponer limitaciones razonables a las manifestaciones con el fin de asegurar el desarrollo pacífico de las mismas, así como dispersar aquellas que se tornan violentas, siempre que tales límites se encuentren regidos por los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad. Por su parte, el accionar de agentes estatales no debe desincentivar los derechos de reunión, manifestación y libre expresión, por lo cual la desconcentración de una manifestación debe justificarse en el deber de protección de las personas. Los operativos de seguridad que se implementen en estos contextos deben contemplar las medidas más seguras y menos lesivas de los derechos fundamentales involucrados. El uso de la fuerza en manifestaciones públicas debe ser excepcional y en circunstancias estrictamente necesarias conforme a los principios internacionalmente reconocidos.
En todo caso, en los operativos de seguridad las autoridades deben tomar en especial consideración el interés superior del niño, y adoptar todas las medidas necesarias para asegurar su protección contra todo tipo de violencia.
La Comisión reitera su preocupación por los graves acontecimientos llevados a cabo el día 4 de agosto, e insta al Estado chileno a adoptar las medidas necesarias para asegurar el pleno respeto por los derechos a la libertad de expresión, a la reunión y a la manifestación, imponiendo solamente aquellas restricciones que resulten estrictamente necesarias y proporcionales y que toman en cuenta la obligación especial del Estado de garantizar los derechos de los estudiantes secundarios y universitarios.
La CIDH ha solicitado información al Estado sobre estos hechos, en base al Artículo 41 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
IACHR EXPRESSES CONCERN FOR VIOLENCE AGAINST STUDENT PROTESTS IN CHILE
Washington, D.C., August 6, 2011 – The Inter-American Commission on Human Rights (IACHR) and its Rapporteurs on the Rights of Children and Freedom of Expression express their concern regarding the serious acts of violence that took place during the student protests that occurred in Chile on Thursday, August 4th, which allegedly included the detention and disproportionate use of force against hundreds of protesters, among them high school and university students.
According to the information available, in order to break up a series of unauthorized protests, organized in response to educational policies, law enforcement used personnel on foot, on horseback, and in vehicles, who allegedly beat the protesters and used teargas and fire hoses. State spokespersons confirmed that during the dissolution of the protests hundreds of people were detained and almost a hundred police officers were injured. According to available information, a high number of high school students, including minors, and university studentes, were among those apprehended.
The Commission notes that the rights to association, assembly, and freedom of expression are fundamental rights broadly guaranteed by the American Convention on Human Rights. Given the importance of these rights for the consolidation of democratic societies, the Commission has maintained that any restriction of these rights should be justified by an imperative social interest. In this sense, the Commission observes that the States may impose reasonable limitations on protests with the objective of ensuring that they are peacefully carried out, as well as to disperse those protests that turn violent, so long as such limits are governed by the principles of legality, necessity and proportionality. As the actions of state agents must not discourage the rights to assembly, association and free expression, dispersion of a protest may only be justified under the duty to protect people. The security operations that are implemented in these contexts should contemplate those measures which are the safest and the least restrictive of the fundamental rights involved. The use of force in public demonstrations should be exceptional and strictly necessary in accordance with internationally recognized principles.
In all cases, the authorities should take the superior interests of children into special consideration when carrying out security operations and adopt all necessary measures to assure that children are protected against violence of any kind.
The Commission reiterates its concern regarding the grave events that occurred on August 4th, and urges the Chilean State to adopt the necessary measures to ensure full respect for the rights to freedom of expression, assembly, and association, imposing only those restrictions as may be strictly necessary and proportional, and taking into account the State’s special obligation to guarantee the rights of children.
The IACHR has requested information from the State on these events, based on Article 41 of the American Convention on Human Rights.
A principal, autonomous body of the Organization of American States (OAS), the IACHR derives its mandate from the OAS Charter and the American Convention on Human Rights. The Inter-American Commission has a mandate to promote respect for human rights in the region and acts as a consultative body to the OAS in this matter. The Commission is composed of seven independent members who are elected in an individual capacity by the OAS General Assembly and who do not represent their countries of origin or residence.
Maria-Isabel Rivero
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