Histórico apretón de manos entre los presidentes de China y Taiwán
El jefe de Estado y de partido chino, Xi Jinping, y el mandatario taiwanés, Ma Ying-jeou, se reunieron en el Hotel Shangri-La de Singapur. Tras la foto del apretón de manos, ante numerosos periodistas, se retiraron para dialogar.
China ofreció a Taiwán una postura abierta y pragmática a algunas peticiones taiwanesas, como una mayor participación de Taipei en organismos internacionales como la ONU, si la isla rechaza el independentismo y se mantiene fiel al consenso con Pekín.
En concreto, ambas partes mencionaron la posibilidad de que Taiwán participe en el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras −creado por iniciativa china -, o en el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, entre otros.
“No importa por lo que hayan tenido que pasar las dos partes a ambos lados del estrecho. Nada puede separarnos”, declaró Xi. Por su parte, Ma señaló que ambas partes coincidieron en que “no cabe el independentismo” en la isla, “pues va contra la Constitución”.
¿Cuál China?
“Somos todos hermanos, no importa lo que pase”, dijo a la prensa Zhang Zhijun, de la Oficina China de Asuntos Taiwaneses, reiterando el mensaje de Xi y Ma. Zhang señaló que el presidente chino prometió a Ma que su país cumplirá el acuerdo de 1992 y se centrará en un desarrollo que beneficie a ambas partes.
En contraste de la delegación comunista, Ma recordó que los consensos de 1992 establecen que cada parte tiene una interpretación de lo que es China. Según los acuerdos logrados por Pekín y Taipei hace 23 años, existe sólo una China, aunque para los primeros sea la República Popular (comunista) y para los segundos la República de China, heredera del régimen nacido en 1911 con la revolución que derrocó a la dinastía Qing.
Ma transmitió además a Xi que los misiles (que se apuntan mutuamente a ambos lados del estrecho de Formosa) “no ayudan en los lazos”, y que “los taiwaneses están preocupados por la cuestión de la seguridad”, en un momento de ascenso económico e internacional de China.
“Nuevo capítulo”
La reunión es “un nuevo capítulo” en las relaciones entre los dos países, dijo Allen Carlson, profesor de ciencia política de la universidad estadounidense de Cornell, comparable a la primera visita del presidente Richard Nixon a China en 1972 o el reciente acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, opinó.
Este es el primer encuentro al más alto nivel entre Pekín y Taipei, desde que las tropas nacionalistas chinas huyeron hace más de 60 años a la isla de Taiwan, que China considera desde entonces como una provincia rebelde. La disposición a reunirse es un cambio radical de la cúpula de Pekín, que se había negado hasta ahora para no legitimar al gobierno de la “República de China”, como se llama oficialmente Taiwán.
Estricto protocolo
Debido a ello, ambas partes acordaron un estricto protocolo para la cita. Subrayaron que no se firmarán acuerdos y que tampoco habrá un comunicado conjunto. En vez se dirigirse entre ellos con sus títulos oficiales, los dos presidentes lo hicieron solamente como “señor Xi” y “señor Ma”.
La comparecencia de Ma difirió en gran medida de la china, ya que el presidente taiwanés respondió en persona a los periodistas, acompañado de toda su delegación, mientras que por parte del régimen comunista sólo lo hizo un alto cargo (Zhang Zhijun, de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado). Además, la televisión oficial china CCTV emitió la comparecencia china en su totalidad, y sólo unos instantes iniciales de la de Ma.
Protestas en Taipei
El dirigente taiwanés, cuyo mandato acaba el año próximo, llevaba tiempo solicitando un encuentro con Xi. El punto central de su política económica en los últimos años fue el acercamiento a China. Desde que Ma subió al poder ambas partes firmaron una serie de acuerdos económicos y también se intensificó el intercambio turístico.
Sin embargo, cada vez más taiwaneses se sienten molestos por la velocidad del acercamiento. Al igual que el miércoles, cuando se anunció la reunión, también este sábado cientos de personas protestaron en las calles de Taipei, la capital de Taiwán. Alegan temor a una “venta” de la isla al continente.
Las encuestas pronostican que el Partido Kuomintang (KMT) de Ma sufrirá una derrota en enero en las elecciones presidenciales con su candidato Eric Chu. La favorita para ganar es Tsai Ing-wen, dirigente del Partido Demócrata Progresista (PDP), de inspiración independentista y crítico con China. Aunque esta semana Tsai Ing-wen ya no rechazó de manera tajante un encuentro con Xi en caso de ser elegida, los observadores creen que las relaciones se enfriarán si su partido llega al poder.
RML (dpa, efe, reuters)