jueves, marzo 28, 2024

Declaración sobre los Principios de la Carta del Atlántico (Londres, Septiembre 24, 1941)

Londres, Septiembre 24, 1941

Declaración sobre los Principios de la Carta del Atlántico

La adhesión a los principios establecidos en las declaraciones Roosevelt-Churchill por parte de los gobiernos aliados con Gran Bretaña fue formalmente declarada en la segunda reunión del Consejo Interaliado, celebrado en Londres, el 24 de septiembre de 1941.

La posición del Gobierno Soviético fue dada por su Embajador, Sr. Maisky, en los siguientes términos: “La Unión Soviética defiende el derecho de cada nación a la independencia y a la integridad territorial de su país, y su derecho a establecer un orden social y elegir una forma de gobierno que juzguen oportuna para el mejor desarrollo de su economía y prosperidad cultural”. Agregó que la Unión Soviética boga por la necesidad de una acción colectiva contra los agresores y que “la Unión Soviética proclama su adhesión a los principios fundamentales de la declaración del Sr. Roosevelt y del Sr. Churchill”.

Posteriormente, la siguiente resolución fue adoptada por unanimidad:

“Los Gobierno de Bélgica, Checoslovaquia, Grecia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Polonia, la Unión de Repúblicas Socialista Soviéticas, y Yugoslavia, y los representantes del General de Gaulle, líder de la Francia Libre, habiendo tomado conocimiento de la reciente declaración elaborada por el Presidente de los Estados Unidos y por el Primer Ministro (Sr. Churchill) en nombre del Gobierno de Su Majestad en el Reino Unido, hacen ahora adhesión a los principios comunes de la política establecida en dicha declaración y manifiestan su intención de cooperar hasta lo mejor de sus capacidades para hacerlos surtir efecto”.

El Ministro de Asuntos Exteriores de Holanda, Dr. Van Kleffens, votó a favor de la resolución pero deseó dejar en claro la posición de su gobierno con respecto a las palabras “con el debido respeto a sus preexistentes obligaciones” del punto cuarto de la declaración. Dijo: “Mi gobierno hace una reserva en el punto cuarto entendiendo que como no hay ninguna obligación existente invalidada por ese punto, ipso facto ninguna de esas obligaciones deberá ser perpetuada”.

Continúa: “Tales obligaciones existentes no deberían perpetuarse, ni siquiera como excepciones, cuando quede claro que de continuar su operatividad podrían dañar seriamente o disminuir el efecto beneficioso que corresponde a todos de acuerdo a la aplicación de la regla general”. Expresó la creencia que no habrá excepciones importantes a la regla general de libre acceso al comercio y a las materias primas en la base de oportunidades igualitarias para todos, de otro modo este correcto principio podría degenerar en una simple frase como ocurrió en la última guerra.

En la reunión también se consideró el problema del reaprovisionamiento de Europa con alimentos y materias primas después de la guerra. Una resolución estableciendo la colaboración de los gobiernos aliados para tratar las necesidades de postguerra de las naciones europeas fue presentada en la reunión y fue aceptada en general en los discursos de los delegados, con reservas hechas por Holanda y la Unión Soviética. Las disposiciones acordadas fueron las siguientes:

1. Que es un objetivo común de los gobiernos y autoridades aliadas que la provisión de comida y materia prima esté disponible en sus territorios para las necesidades de postguerra.

2. Que si bien cada uno de los gobiernos y autoridades aliadas será responsable por la provisión de ayuda económica en su propio territorio, sus planes deberán coordinarse por un espíritu de colaboración para el logro exitoso del objetivo común.

3. Que dan la bienvenida a las medidas preparatorias que ya han sido tomadas para este propósito y expresan su voluntad de colaborar hasta el máximo de su poderío en la consecución de las acciones requeridas.

4. Que, de acuerdo a lo anterior, cada uno de los gobiernos y autoridades aliada debe elaborar las estimaciones del tipo y cantidad de alimentos y materias primas que requerirán para el reaprovisionamiento de sus territorios y el orden de prioridad en el que estos suministros se enviarán, tan pronto como las circunstancias lo permitan.

5. Que el reaprovisionamiento de Europa requerirá el más efectivo empleo luego de la guerra de los recursos de transporte controlados por cada uno de los gobiernos y de los recursos de los aliados como un todo, así como aquellos pertenecientes a otros países europeos y los planes para ese fin deberán ser elaborados lo más pronto posible entre los gobiernos y autoridades aliadas, consultando cuando sea apropiado con los gobiernos concernientes.

6. Que, como primer paso, una oficina debe ser establecida por el Gobierno de Su Majestad en el Reino Unido con la que los gobiernos y autoridades aliadas deberán colaborar estimando la medida de sus requerimientos y en la que, luego de comparar y coordinar esas estimaciones, deberán presentar las propuestas ante el comité de representantes aliados bajo la dirección de Sir Frederick Leith-Ross.

Con el consentimiento previo del Departamento de Estado, el Ministro Británico del Exterior leyó la siguiente declaración:

“El Gobierno de los Estados Unidos ha sido advertido del propósito de esta reunión e informado de los términos en la nota que ha sido distribuida y de la propuesta de resolución que se ha presentado para su consideración. Ha requerido mi gobierno que declare ante esta reunión su opinión que el emprendimiento tiene grandes expectativas de utilidad. Entiende que las presentes discusiones serán de una naturaleza exploratoria y señala que permanece listo para en el tiempo oportuno, considerar en que aspectos podrá cooperar en la realización de los objetivos en vista. Se ha señalado que cualquier plan que sea desarrollado es de potencial interés para los Estados Unidos por varias razones. Pueden afectar el actual esfuerzo de defensa americano. De acuerdo a su esencia, forma y método, podría también afectar las políticas comerciales y las relaciones e incluso ampliar los acuerdos de postguerra. Por esas razones solicita que se lo mantenga al tanto del curso de estas discusiones “exploratorias” y que se lo consulte sobre cualquier plan que pudiera surgir de ellas”.

El Ministro Británico del Exterior dio las seguridades que el Gobierno de los Estados Unidos será totalmente informado de las discusiones y decisiones que pudieran surgir de las reuniones y del trabajo llevado a cabo por la oficina y por el Consejo Interaliado, y que los Estados Unidos podrán ser consultados antes de que se decida llevar a cabo un plan concreto.

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