viernes, marzo 29, 2024

BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II: MAÑANA, LA ARGENTINA Y CHILE HARÁN UN HOMENAJE CONJUNTO A LA MEDIACIÓN PAPAL POR EL BEAGLE

BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II: MAÑANA, LA ARGENTINA Y CHILE HARÁN UN HOMENAJE CONJUNTO A LA MEDIACIÓN PAPAL POR EL BEAGLE

El Canciller argentino, Héctor Timerman, participó hoy en la Santa Sede, Estado de la ciudad del Vaticano, de la ceremonia de beatificación de Juan Pablo II, que fue presidida en la Plaza San Pedro por el Papa Benedicto XVI, y a la que asistieron representantes de todo el mundo. La comitiva oficial argentina estuvo presidida por el presidente provisional del Senado, José Pampuro. Además asistieron, entre otros, el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner; el Secretario de Culto de la Nación, Guillermo Oliveri; el titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti; la senadora nacional Blanca Osuna (FPV-Entre Ríos); el diputado Federico Pinedo (PRO-Capital); y el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren.

En el marco de la ceremonia de beatificación, mañana lunes 2 de mayo a las 17.30 (hora Santa Sede) el Canciller Héctor Timerman y su par de Chile, Alfredo Moreno, presidirán sus respectivas delegaciones en un acto de homenaje y recuerdo a la exitosa mediación de Juan Pablo II en el conflicto entre la Argentina y Chile por el Canal de Beagle, que tuvo como resultado final el Tratado de Paz y Amistad que ambos países firmaron en el Vaticano el 29 de noviembre de 1984 y el posterior intercambio de instrumentos de ratificación -en coincidencia con la fecha del acto que presidirán los Cancilleres-, el 2 de mayo de 1985.

El acto presidido por Timerman y Moreno será en la Casina Pío IV, sede de la Pontificia Academia de Ciencias, donde transcurrieron la mayor parte de las negociaciones entre ambos países, y donde la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y la entonces Presidenta de Chile Michelle Bachelet -luego de un encuentro con Benedicto XVI-, colocaron en noviembre de 2009 una placa conmemorativa al cumplirse 25 años de la firma del Tratado de Paz y Amistad. En aquella histórica visita, el Papa recibió en el Palacio Apostólico y mantuvo -por primera vez en la historia del Vaticano- una audiencia privada con dos Presidentes al mismo tiempo.

En esta ocasión, además de Timerman y Moreno, presidirán la ceremonia Monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, obispo argentino que dirige la Pontificia Academia de Ciencias; y Monseñor Dominique Mamberti, Secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados. Está prevista además la presencia de autoridades eclesiásticas, funcionarios y representantes diplomáticos de ambos países. Por la parte argentina estarán, entre otros, el Secretario de Culto de la Nación, Guillermo Oliveri; el embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero y la embajadora Susana Ruiz Cerutti, Consejera Legal de la Cancillería y miembro de la delegación argentina ante la Santa Sede para las negociaciones de la mediación papal.


• LA MEDIACIÓN PAPAL

El 22 de diciembre de 1978, en ocasión del tradicional encuentro con los cardenales y la Curia Romana para los saludos por las fiestas navideñas, el Papa Juan Pablo II anunció: «Frente a las noticias siempre más alarmantes que iban llegando respecto del agravamiento y sobre la posible, es más, temida por no pocos, precipitación de la situación (entre la Argentina y Chile), he hecho conocer a las partes mi disposición -más aún, el deseo- de enviar a las dos capitales un representante especial mío, para tener informaciones más directas concretas sobre las respectivas posiciones y para examinar y buscar juntos la posibilidad de una solución pacífica de la controversia».

El 23 de diciembre de 1978, el pontífice designa como su Representante Especial al Cardenal Antonio Samoré, quien arribó a Buenos Aires el 26 de diciembre; luego se trasladó a Santiago de Chile y regresó a la capital argentina el 30. La misión de Samoré duró 17 días. Según lo señalado por el propio Juan Pablo II, la misión de su representante era meramente de Buenos Oficios. Este método de solución de controversias no apunta a que el tercero que los ejerce realice propuestas concretas a las partes, sino a acercar a las partes distanciadas por el conflicto sin participar directamente en las negociaciones, es decir, sin proponer soluciones. No se puede hablar aún, en esa instancia, de mediación papal.

Como consecuencia de las gestiones del Cardenal Samoré, el 8 de enero de 1979, la Argentina y Chile firmaron en la Ciudad de Montevideo, y en presencia del Cardenal, el Acuerdo sobre el Diferendo en la Zona Austral («Acta de Montevideo»), donde acordaron solicitar a la Santa Sede que actuara como mediadora para «guiarlos en las negociaciones y asistirlos en la búsqueda de una solución del diferendo». Ese mismo mes, el Papa aceptó la solicitud de mediación, proceso que comenzó poco después en abril de 1979, conducido -en representación del Sumo Pontífice-, por Samoré, acompañado en los primeros años por Monseñor Faustino Sanz Muñoz y más tarde también por Monseñor Gabriel Montalvo. Delegaciones de los dos países participaron en Roma de las negociaciones, bajo la dirección del Cardenal Samoré.

El 3 de febrero de 1983, falleció el Cardenal Antonio Samoré quien no pudo ver los resultados finales de su misión. Le sucedió al frente de la Oficina para la Mediación el Arzobispo Monseñor Gabriel Montalvo, acompañado por Sainz Muñoz. A partir de octubre de 1983, con el regreso de la democracia a nuestro país y el compromiso del Gobierno constitucional del Dr. Raúl Alfonsín, los trabajos de mediación tomaron gran impulso.

El 23 de enero de 1984, la Argentina y Chile suscribieron en el Vaticano la «Declaración Conjunta de Paz y Amistad», por iniciativa y por invitación de Su Santidad Juan Pablo II. Allí refrendaron “el significado que reviste la iniciación de la fase conclusiva de los trabajos de la mediación con la elaboración del tratado final, aceptable para ambas partes”. De esta manera, ambos países ratificaron su decisión política de llegar a un acuerdo definitivo a través de la mediación. Así, durante 1984 se desarrollaron intensas y decisivas negociaciones.

En octubre de 1984 las delegaciones de Argentina y Chile inicialaron en el Vaticano el texto del proyecto de Tratado de Paz y Amistad, el que, por decisión del Gobierno de nuestro país y previo a su firma, fue sometido a un plebiscito nacional -que se realizó el 25 de noviembre de 1984-, para conocer la opinión del pueblo argentino sobre la firma del acuerdo. La opción del “sí” (a favor de suscribir el Tratado con Chile) obtuvo un 82%.

El 29 de noviembre de 1984, en presencia del Cardenal Agostino Casaroli, Secretario de Estado, los Cancilleres de la Argentina, Dante Caputo, y de Chile, Jaime del Valle, suscribieron en la Sala Regia del Palacio Apostólico, Ciudad del Vaticano, el Tratado de Paz y Amistad. Este instrumento internacional no sólo estableció la definitiva delimitación en la Zona Austral sino también sentó las bases para la integración y cooperación de ambos Estados. También instauró un procedimiento de solución pacífica de controversias que es hoy un modelo dentro del Derecho Internacional y que ha permitido posteriormente la resolución pacífica de otro diferendo limítrofe entre ambos países: la cuestión de Laguna del Desierto.

Finalmente, luego de que ambas Cámaras del Parlamento argentino aprobaran el texto del acuerdo, los Cancilleres intercambiaron el 2 de mayo de 1985, en presencia de Su Santidad Juan Pablo II, los instrumentos de ratificación del Tratado de Paz y Amistad en una ceremonia solemne que se realizó en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico.

• LOS VIAJES DE JUAN PABLO II A LA ARGENTINA

Juan Pablo II visitó dos veces la Argentina: La primera el 11 y 12 de junio de 1982, para pedir por los heridos y muertos en la guerra con Gran Bretaña en las Islas Malvinas y por la rápida terminación del conflicto. Su presencia fue acompañada con cariño y entusiasmo por multitudes. La segunda del 6 al 12 de abril de 1987, en la que recorrió 10 ciudades del país y clausuró la Jornada Mundial de la Juventud en la avenida 9 de julio de la ciudad de Buenos Aires, de la que participaron alrededor de un millón de personas, la mitad jóvenes.


• LA BEATIFICACIÓN

La beatificación de Juan Pablo II constará de cinco momentos: la vigilia de preparación, que será el sábado a la noche; la misa de beatificación (evento central) celebrada por Benedicto XVI el domingo; la misa de Acción de Gracias del lunes 2 de mayo por la mañana, que será presidida en la Plaza de San Pedro por el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado de la Santa Sede; luego, el Papa y los cardenales concelebrantes se dirigirán a la Basílica de San Pedro, donde estará el féretro de Juan Pablo II, a fin de realizar una oración. Por último, se hará una ceremonia privada para la sepultura del nuevo beato en la Basílica Vaticana. A partir de ese momento, las personas que lo deseen podrán venerar los restos de Juan Pablo II.

• SOBRE JUAN PABLO II

Karol Józef Wojtyła, conocido como Juan Pablo II desde su elección al papado en octubre de 1978, nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kms. de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Como Papa, realizó 104 viajes apostólicos fuera de Italia, y 146 por el interior de ese país. Además, como Obispo de Roma, visitó 317 de las 333 parroquias romanas. Más de 17.600.000 peregrinos participaron en las 1166 Audiencias Generales que se celebran los miércoles. Hay que recordar también las numerosas personalidades de gobierno con las que se entrevistó durante las 38 visitas oficiales y las 738 audiencias o encuentros con jefes de Estado y 246 audiencias y encuentros con Primeros Ministros.

Su interés preferencial por los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud, que tuvo 19 ediciones a lo largo de su pontificado. Promovió el diálogo con los judíos y con los representantes de las demás religiones, convocándolos en varias ocasiones a encuentros de oración por la paz, especialmente en Asís. Bajo su guía, la Iglesia se acercó al tercer milenio y celebró el Gran Jubileo del año 2000. Realizó numerosas canonizaciones y beatificaciones: celebró 147 ceremonias de beatificación -en las que proclamó 1338 beatos- y 51 canonizaciones, con un total de 482 santos. Proclamó a santa Teresa del Niño Jesús Doctora de la Iglesia.

Presidió 15 Asambleas del Sínodo de los obispos (reuniones de obispos de diferentes religiones). Entre sus documentos principales se incluyen: 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 45 Cartas apostólicas. Publicó también cinco libros como ‘doctor privado’: \”Cruzando el umbral de la esperanza\” (octubre de 1994); \”Don y misterio: en el quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal\” (noviembre de 1996); \”Tríptico romano – Meditaciones\”, libro de poesías (marzo de 2003); “¡Levantaos! ¡Vamos!” (mayo de 2004) y “Memoria e identidad” (febrero de 2005).

Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las 21.37. Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto pontífice, más de tres millones de peregrinos rindieron homenaje a Juan Pablo II. El 28 de abril de 2005 el Papa Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II.


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